Mi mamá no duerme, porque siempre esta despierta.

Amanezco siempre antes que el sol, con alguien encima de alguno de mis brazos, con una o ambas tetas de fuera, el pelo enredado a la extremidad de alguien más, las piernas como acordeón porque mi perra desde los pies de la cama se integra al colectivo....
Vaya, que yo no duermo... dicho por mi hijo así textual " Mi mamá no se duerme porque siempre está despierta". Ya mismo escribo en mi celular desde mi cama a las 5 y cacho de la mañana con bebé pegado a la teta, y la pierna de un cuatroañero enredada en mi cadera. 
Como todas las mamás de 1, 3, o 7 hijos, estoy agotada... no queda reserva de descanso en mi ser, no existen horas para recuperar el sueño perdido, mi paciencia es limitadísima, el llanto me fluye fácil y al mínimo estímulo...
Sin embargo, estoy viviendo la mejor etapa de mi vida, no quiero que acabe... No me canso de apachurrar las nalgas de mi bebé, y espero inútilmente siempre poder apretarlas, y siempre poder cargarlo y llenarlo de besos mientras su risita contagiosa me llena el alma....
Podría pasar días y días admirando a mi niño correr con la gracias, agilidad y fuerza que lo hace, y jamás dejaré de sorprenderme por lo rápido que pasa el tiempo y por el hermoso niño en que mi primer bebé se está convirtiendo ( y por la velocidad que alcanza!').
Subiría feliz kilos y kilos de peso por comerme las sobras de comida de mi bebé, con tal de poder siempre contemplarlo mientras prueba sabores nuevos y se embarra de comida de pies a cabeza gozando cada sensación, color, sabor y olor.
Inventaría 457 cuentos distintos con tal de ahuyentar a los monstruos y las "mamucas" (aún no descubro que son esas), y que mi niño finalmente duerma tranquilo, con su manita en mi cara, y sus rizos perfectos enrollados en mis dedos.
No existe nada que despierte tanto mi creatividad y me haga sentir más viva que este latir uterino, estos sueños, este rompecabezas que mi mente va inventando cuando mi alma se encuentra con la de otro ser al que meses adelante estaré pariendo y nombrando. 
Daría lo que fuera por alargar el micro segundo de la vida en que mientras los veía jugar, pude atestiguar esa chispa, ese contrato de amor incondicional entre ellos.... nada, nada se iguala con lo que sea que sentí al saberlos juntos, al saberlos, por decisión, hermanos.
Nada cambiaría en mi pasado, si mi pasado me trajo a este momento aquí y ahora. 
Ser mamá no me completa, soy entera con ellos o sin ellos... pero si estoy eternamente agradecida con ellos por venir y mostrarme esta nueva mirada, esta forma de vivir con pocas horas de sueño, y sus voces, sus pasos y sus sueños musicalizando mis batallas. 

 

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

PARIR

El Huevo Cosmico