A MÍ HERMANO, el que no se quedó.
Yo siempre te he extrañado.... Siempre he encontrado en mis ojos, los tuyos y en mi fuerza, la tuya.
Sé que no te quedaste porque "no tocaba", porque quizás ni mamá, ni papá y tal vez tampoco tu estaban listos, pero a mí me hubiera gustado tenerte. Me hubiera gustado no ser la mayor, y encontrarte cuidándome en el patio de la escuela....
Yo te extraño y te anhelo siempre, más de lo explicable con palabras. Siempre te he traído a la vida en mi masculinidad y mi rudeza, te he reemplazado conmigo misma... Yo sí quería tener un hermano grande...
Y en toda esa falta que me haces, también sé que siempre has estado, tu presencia constante y tu almita juguetona desde antes de nacida me ha acompañado, a veces me ha sostenido, a veces (muy pocas) me ha regañado. Gracias hermano grande, por no dejarme.
Tú me llevaste de la mano, me mostraste el camino para encarnarme en mi cuerpo, me lanzaste a la vida y me acompañaste hasta nacer y encontrarme con nuestros papás... Cuando nací, a través de mi tú también los miraste y entonces, descansaste.
Te sueño tanto, te encarno en mi imaginación desde siempre y probablemente hasta siempre... Has vivido y crecido en mi toda mi vida, te he mirado hacerte hombre, y te miraré hacerte viejo... Es que nos parecemos! Como no, si eres mi hermano!
Yo te extraño y te lloro, te lloro mucho... Y también te celebro, y te nombro y te hablo y te cuento... Y siempre de los siempres te honro y honro tu fugaz vida, y tu eterna presencia en la mía.
Algo de ti siempre se quedó en mi.... Inevitablemente.
Para siempre...
Comentarios
Publicar un comentario